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miércoles, 29 de junio de 2016

RELATO ERÓTICO

LA HISTORIA DE JESSY
Cuarta parte


Respecto a mi, como ya mncioné, tengo 18 años recien cumplidos, soy blanca de cabello castaño poco mas abajo de los hombros, por lo que cuando me hago colitas se me ven muy lindas. Mis ojos son verdes y dicen que mi mirada es entre inocente y picara. Desde muy chica descubrí que me gustaba mucho que me tocaran, que me acariciaran y que eso me producía una emoción muy grande, mariposas en el estómago y un misterioso cosquilleo en mi entrepierna. De niña siempre buscaba acercarme  a los visitantes masculinos que llegaban a casa, tanto si eran parientes, amigos o desconocidos. Mi mamá siempre explicaba con cierto bochorno reflejado en el rostro que yo era "muy cariñosa", cuando lo que en realidad sucedía era que yo quería que me tocaran por todos lados. Por supuestonunca faltó el pariente, el amigo o la visita ocasional que captó lo que yo quería y me prodigaron los mas exquisitos manoseos que recuerdo, dandose por aquellos tiempos mis primeros contactos con un pene, ya fuera por iniciativa propia haciendolo como "por descuido", ya sea por expresa invitación de quien en ese momento me hacía el favor de regalarme sus atenciones.

De mi familia no hay gran cosa que decir, pues todos son muy tradicionales. Mi mamá, Teresa, tiene 35 años y es la clasica ama de casa, mi papá, Alejandro, tiene 37 años y es el contador de una empresa y mi hermano Agustín tiene 20 años y estudia ingeniería en la universidad. Tenemos un buen nivel de vida y una vida armoniosa. Mis padres se quieren mucho y se nota, y nos quierena sus hijos. Nada del otro mundo y, por supuesto ni sospechan de mi "otra vida", que al final es realmente la que quiero vivir.

La escuela basica transcurrio con importantes acontecimientos, como los jueguitos con mi tío, el hermano de mi mamá, que le encantaba sentarme en sus piernas mientras acariciaba las mías, pero que de inmdiato le crecía su pene dentro de los pantalones y yo alsentirlo me daba sentoncitos y me acomodaba hasta que quedaba deliciosamente alojado entre mis tiernas nalguitas, todo esto sentados en la sala y platicando con mis papás y yo sintiendome muy "traviesa". Tambien recuedrdo que me gustaba que llegaran vendedores o respartidores a la casa, cuando mi mamá abría la puerta yo iba y me les acercaba mucho, procurando siempreaproximarme lo más posible a su "paquete", algunos de ellos se turbaban o contrariaban, pero otros comprendian de inmediato mis intenciones y me dejaban acercarme y a veces hasta tocarlos y, como siempre, explicaba "es que es una niña muy cariñosa". Pero al que con más cariño recuerdo es a Felipe, un muy amigo de mi papá que iba seguido a la casa.. Un día que hubo una reunion de adultos en la casa, todos acabaron algo tomados, pero Felipe mas que los demás, por lo que mi padre insistió en que asi no podpia manejar y que lo mejor sería que se quedara a dormir y en seguida mi mamá le preparó el sillón de la sala. Como a media noche medieron ganans de hacer pipí, asi que me levante y fuí al baño, pero cuando entré estaba ahí Felip orinando, ambos nos quedamos inmobiles, sorprendidos, pero el chorro de Felipe no cesó. Por una extraña razón yo miraba fijamente el pene orinando y me pareció lo mas hermoso que había visto en mi vida, senti que lo único que quería de ahí en adelante era tener uno de ess entre mis manos (no se me ocurría aún todo lo que puedes hacer con él), acaricialo, ¿besarlo?. Me pregunte que se sentiría poner mis dedos en ese chorro caliente, que se sentiría poner...¿mi cara? y me sorprendí de esos pensamientos. Levanto la vista un momento y Felipe me veía con una sonrisa que no habi visto jamás, y enctonces me pregunto casi en un susurro -¿te gusta? y yo de inmediato le respondpi que spi, que mucho, entonces el me pregunto ¿quieres tocarlo? y yo solo pude agitar mi cabeza en un gesto afirmativo, mordiendome el labio inferior. Entonces el me invitó a hacerlo y yo, temblando de la emocion, acerqué mi manita lentamente hasta tocarlo con las llemas de mis dedos para luego rodeearlo con toda mi mano sin lograr (por supuesto) cubrir toda su circunferencia. Era tan suave, tan caliente que lo empece a acariciar suavemente. Sin darme cuenta había acercado mucho mi carita a él y entonces percibí su olor, me sentí mareada, se me nubló la vista, me embargó una emoción que nunca antes habia sentido y mi panochita me cosquilleaba de una forma desesperante y sin pensarlo ma´s, lo besé. Felipe entonces continuó con su orinada que se había interrumpido y al sentirlo, maás que verlo, quize dar el siguiente paso en lo que había imaginado y puse una manita directamente e el chorro. Me encantó sentir ese orín caliente cayendo sobre mi manita disparando las sensaciones que en ese momento estaba experimentando por primeravez. Así que sin maás remedio, y dado lo placenteras que habiían sido las experiencias de esa noche, acerqué mi carita y dejé que el orpin cayera sobre mi mejilla, me provocó un estremecimiento del que casi me desmayo. REcuperandome un poco alcé mi vista y Felipe tenía una expreción de enorme sorpresa, yo me asuste y le pedí perdón, disponiendome a salir corriendo presa de un enorme bochorno, pero curiosamente ese último sentimiento me causó otro estremmecimiento mayor aún que el anterior. Felipe entonces reaccionó poniendome una mano en el hombro impidiendo que me levantara y me dijo:
-Eres una zorrita maravillosa

Pasó bastante tiempo antes de que yo supiera lo que me quizo decir con eso, pero el todno de su voz y la expresión de su rostro me indicaron que era algo buenoser "una zorrita maravillosa".

Mas temor a ser descubiertos que al deseo de hacerlo Felipe me mandó a dormir y el también hizo lo propio. Yo me acosté pensando en lo que había sucedido, en cuanto lo había disfrutado y en que querpia que eso pasara todos los días o al menos lo más frecuentemente posible. Me sentí muy a gusto, muy en paz y profundamente agradecida con Felipe, asi que sigilosamente me levanté, fuí a la sala y le dije con todo le corazón:
-Gracias Señor Felipe, puede usted hacerme lo mismo cuando usted quiera.
 Y me fuí a dormir, feliz y profundamente




 

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